El mundo digital en el que estamos sumergidos, ha provocado que la inteligencia artificial esté calando en nuestra vida cotidiana debido al incremento en las velocidades de crecimiento y al alto porcentaje de datos que se manejan. Eso ha hecho que se vuelva popular la Inteligencia artificial en la empresa.
La inteligencia artificial es una aplicación de la informática que centra sus esfuerzos en el desarrollo de equipos inteligentes que aprenden por sí mismos.
En este caso este término se aplica a dispositivos que son capaces de procesar tareas concretas de forma humana, imitando funciones cognitivas como el razonamiento, el aprendizaje, la resolución de problemas o la comprensión del lenguaje.
La IA brinda un listado de posibilidades en distintos negocios. Esto hace que ofrezca, además, oportunidades de crecimiento gracias a la innovación que proporciona y la eficiencia que resulta de los procesos.
De esta forma, se emplea para los siguientes objetivos:
El principal beneficio que reporta el uso de esta tecnología es la rentabilidad. Tan solo es necesario elegir la aplicación de la inteligencia artificial necesaria y así obtener grandes ventajas.
Esto permitirá también la mejora de la calidad de vida de los trabajadores, ya que hará que las personas desarrollen actividades menos mecánicas y experimenten más dimensiones emocionales y creativas.
Implantar programas informáticos inteligentes no significa aumentar el desempleo
El ahorro de tiempo y dinero que reporta el automatizar los procesos y las tareas se convierte también en un beneficio así como la prevención de fallos de sistemas y errores humanos.
Este método permite optimizar mejor el negocio y la fuerza laboral provocando un aumento de los ingresos, identificando y maximizando las oportunidades de ventas.
Implantar programas informáticos inteligentes no significa aumentar el desempleo. Los expertos en recursos humanos abogan por una actualización de las plantillas de trabajo, porque desaparecerán algunos puestos y surgirán otros.
La implantación de la IA aporta todas las ventajas que hemos mencionado arriba, pero también puede originar riesgos.
En primer lugar el uso de los datos genera problemas, ya que cada vez son más los datos no estructurados que se obtienen de webs, redes sociales o dispositivos móviles. Es por ello que resulta fácil caer en un mal uso en la revelación de información confidencial.
La interacción entre personas y máquinas es una de las preocupaciones clave
Se dan también problemas tecnológicos en los procesos operativos, lo que puede afectar al rendimiento de los sistemas de inteligencia artificial.
Los errores en el establecimiento de modelos se convierten en un riesgo en las empresas. Unas muestras mal establecidas generan resultados sesgados que representan erróneamente a los segmentos de población que se han analizado.
Por último, la interacción entre personas y máquinas es una de las preocupaciones clave, ya que en los sistemas automatizados de transporte, por ejemplo, se pueden desencadenar accidentes provocados por errores humanos no voluntarios.
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